Avanzar hacia un futuro sostenible es un desafío global que involucra a todas las disciplinas trabajando en conjunto. Según el Informe Global sobre el Estado de los Edificios y la Construcción 2021, casi el 40% de las emisiones de carbono provienen de la industria de la construcción. Esto coloca una gran responsabilidad en la industria, que debe estar abierta a explorar estrategias, tecnologías y materiales innovadores para pavimentar el camino hacia una meta de sostenibilidad universal: alcanzar la neutralidad de carbono a más tardar en 2050.
Con eso en mente, este artículo presenta tres productos y sistemas específicos: vidrio de bajo carbono, hormigón de bajo carbono y materiales ligeros, que los arquitectos/as están aplicando en sus proyectos para contribuir a un diseño arquitectónico de bajo impacto.
Vidrio bajo en carbono
Las fachadas representan el 20% de la huella de carbono incorporada de un edificio. Por lo tanto, adaptarlas de una manera que minimice las emisiones puede ser muy útil para reducir el impacto ambiental general de un proyecto. Teniendo en cuenta la alta presencia de vidrio en las fachadas, así como su papel en la eficiencia energética, es importante prestar atención a las innovaciones actuales. Por ejemplo, los avances técnicos modernos han dado como resultado el primer vidrio bajo en carbono, ORAÉ®, que contiene un 64% de contenido reciclado y una huella de carbono de solo 6.64 kg CO2 eq./m2 para un sustrato de 4 mm, una reducción del 42% en comparación con el vidrio transparente de Saint-Gobain en Europa.
Al combinar el vidrio de bajo carbono con revestimientos de alto rendimiento, se puede lograr una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas durante el uso diario de un edificio gracias a la entrada de luz natural, el control solar y el rendimiento de aislamiento térmico de los acristalamientos.
Esta iniciativa pionera ya se ha aplicado, o se aplicará con éxito, en cuatro proyectos: 'Kalifornia' en Hauts-de-Seine, Francia; Elsan Group 'Le Parc Polyclinic' en Caen, Calvados, Francia; la rehabilitación de 'Carré Invalides' en París, Francia; y 'Habitat 7' en Gotemburgo, Suecia. La introducción de vidrio específico de bajo carbono para fachadas en cada uno de estos edificios representó un paso clave en el camino hacia la neutralidad de carbono.
Aunque el aire acondicionado puede resultar una solución fácil para bajar las temperaturas, claramente no es la opción más respetuosa con el medio ambiente. Para aquellos que buscan innovaciones sostenibles al momento de reducir la necesidad de equipos de enfriamiento sin comprometer el rendimiento técnico o estético, el uso de vidrio de control solar proporciona beneficios tanto durante el día como protección solar contra el calor. Con un revestimiento exclusivo que reduce la cantidad de calor solar ingresando al edificio, disminuye la necesidad de estrategias de enfriamiento activas.
Incorporando este material en la arquitectura y el diseño, el vidrio de control solar triple plateado se puede aplicar en fachadas, ventanas, techos, grandes superficies acristaladas y lucernarios.
Los beneficios que este tipo de vidrio ofrece a los edificios y al medio ambiente se han traducido en varios proyectos que utilizan vidrio de control solar como una opción de material respetuoso con el medio ambiente. Por ejemplo, los nuevos espacios desarrollados en la Universidad de Sheffield han promovido innovaciones sostenibles a través de la construcción de un techo de vidrio triangular entrelazado con control solar. Además de crear una distinción entre los espacios antiguos y nuevos, la tecnología aplicada al techo encierra la fachada interior, mejorando el equilibrio energético y reduciendo las emisiones de CO2.
La fachada de Regionens Hus en Gotemburgo utiliza soluciones de vidrio para permitir el paso de la luz al mismo tiempo que proporciona una función de control solar. El proyecto Omniturm en Frankfurt se eleva como una ubicación prominente entre el rascacielos Commerzbank y la torre principal del centro de la ciudad. Gracias al desarrollo de vidrios de control solar, el edificio puede recibir luz natural sin comprometer la temperatura interior.
Hormigón bajo en carbono
La producción del ingrediente activo del hormigón, el cemento, es responsable del 5% de las emisiones globales de CO2 debido a sus altas demandas energéticas y al alto contenido de carbono de las materias primas. Teniendo en cuenta que el hormigón es el material más consumido en la Tierra después del agua, la necesidad de crear productos de cemento de bajo carbono es clave para reducir las emisiones de CO2 y apoyar la transición de la industria de la construcción a una economía baja en carbono. Como respuesta a este desafío, la división de Productos Químicos de Saint-Gobain (CHRYSO y GCP) está implementando una gama completa de aditivos específicos para hormigón y aditivos de cemento que permiten la fabricación de cemento y hormigón con bajas o ultra bajas emisiones de carbono.
Construyendo un futuro más sostenible, la introducción de hormigón de bajo carbono en proyectos arquitectónicos reduce la huella ambiental. El uso de materiales cementicios suplementarios como ceniza volante, escoria, puzolana o arcilla calcinada permite reducir la huella de carbono del hormigón hasta en un 50%. Las soluciones de aditivos dedicados de Saint-Gobain también permiten el uso de agregados realizados de hormigón reciclado localmente, reduciendo aún más la huella ambiental del hormigón mientras se cumplen todas las especificaciones.
Materiales Ligeros
Dentro de las nuevas oportunidades e innovaciones de los materiales ligeros, como un nuevo enfoque descarbonizado, los paneles de yeso y las estrategias de aislamiento tienen como objetivo reducir la densidad del material. Y al disminuir el desperdicio de recursos a través de estos materiales de baja densidad, se reducen significativamente el consumo de energía y las emisiones de carbono.
Las fachadas ligeras introducen un enfoque energéticamente eficiente, con posibilidades flexibles y adaptables. Caracterizada por una instalación rápida, la fachada se puede cortar previamente en fábrica para luego ser ensamblada a través de un proceso en seco.
Esta capacidad de adaptarse a diversos sitios y estructuras significa que el sistema se puede integrar fácilmente en diferentes tipos de proyectos. Uno de ellos es la renovación de la Torre Cézanne, que tenía un doble objetivo: aumentar el espacio habitable y mejorar la eficiencia energética del edificio.
Para mantener una temperatura controlada después de agregar balcones cerrados como una extensión de cada apartamento para aumentar el espacio habitable, el diseño propuso la Fachada F4 como sistema de aislamiento. Con un espesor reducido, los 3,000 m2 de soluciones ligeras cambiaron la huella del proyecto.
Tanto para edificios nuevos como reutilizados, estas soluciones de fachada implican beneficios térmicos, acústicos, ambientales y económicos. Además de reducir el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida de un edificio, brindan ahorros de espacio, tiempo y costos que sin duda contribuyen a un futuro de emisiones netas cero.
